Acabo de volver de Madrid, que recoge estos días las exposiciones antológicas Annie Leibovitz: vida de una fotógrafa. 1990-2005 y Joaquín Sorolla (1863-1923), en la galería Alcalá 31 la primera y en el Prado la segunda. Aunque no ha sido intencionado, me ha resultado muy interesante verlas seguidas la una de la otra. Ver a dos maestros tomar instantáneas de la luz y la sociedad -la humanidad- que les rodea con un siglo de diferencia.
Una similitud más: las dos están sólo hasta el 6 de septiembre. Si tenéis ocasión, no os las perdáis.

Comentarios
Yo no me las he perdido. Y, además, he tenido la ocasión de ver la de Sorolla contigo. Todo un lujo.